enero 18, 2010

Saltar la reja

Sábado 14 de octubre de 2006. Treinta de agosto, provincia de Buenos Aires, Argentina. El Flaco Gabriel Santanatoglia, flautista y residente en Treinta de agosto, había organizado un encuentro del que participaríamos: él (a dúo con Martín Díaz en guitarra), Alberto D'alessandro y Maximiliano Molina, de Bahía Blanca, Adrián Rotger de Río Cuarto, y un servidor representando a Rosario. Como en este pequeño pueblo de la llanura bonaerense no hay un teatro, la cosa se hacía en el salón de actos de la Escuela nº 4 Juan Bautista Alberdi, a las 20:30 horas.
El Flaco le había pedido a la encargada de cerrar y abrir la escuela que fuera a eso de las cinco de la tarde, horario en el que íbamos a llegar para armar y probar el sonido (consistente en un rejunte de equipos cedidos gentilmente por amigos). La mujer le contestó que dejaría el candado colocado en la reja de entrada pero abierto, de manera discreta, para que nadie se diera cuenta. De esta manera ella no tendría que apersonarse para abrir, y nosotros podríamos ingresar a la hora que quisiéramos.
A la hora convenida llegamos a la escuela, y cuando quisimos entrar encontramos el candado colocado en la reja..... y bien cerrado. Comenzó entonces la búsqueda de la encargada, que no aparecía por ningún lado ni en ningún teléfono. Cuando consideramos que ya era muy tarde, y que a la señora no la íbamos a encontrar, decidimos entrar de cualquier manera, así que saltamos la reja y nos metimos de la misma manera en que lo deben hacer los ladrones, armando una suerte de "puente" para introducir también los equipos de sonido.
Cualquier persona que haya pasado por allí en ese momento debe haberse quedado sorprendida por el espectáculo: unos tipos vestidos de riguroso negro, metiéndose clandestinamente a la escuela un sábado a la tarde. Como registro de esta invasión involuntaria pero inevitable, ha quedado la imagen que se muestra debajo, tomada por Maximiliano.

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