enero 23, 2010

Homenaje a un carrero patagónico

En enero de 1986, mi amigo Pablo "Pato" Cuello y yo cargamos la mochila al hombro con la intención de llegar hasta la Bahía de Lapataia, en el Canal de Beagle, provincia de Tierra del Fuego. Además de la mochila, colgué al hombro la guitarra.
El itinerario incluía la ciudad de Comodoro Rivadavia, en la provincia patagónica de Chubut. Estando allí entramos a curiosear los estantes de una librería, donde encontré y compré un libro titulado "Memorias de un carrero patagónico". Se trataba de crónicas verídicas, en forma de relatos más ó menos breves, en los cuales se pintaba la región y sus habitantes. El autor, Asencio Abeijón, vivía en Comodoro Rivadavia. Decidimos rastrearlo, y finalmente llegamos a su casa que era muy modesta y ubicada en un barrio de gente trabajadora.
Don Asencio, que ya era anciano, vivía con su esposa. Nos invitó a pasar, y con la cordialidad proverbial de la gente provinciana nos regaló una tarde de mate y charla, contándonos historias de su intensa y fructífera vida. Yo le ofrecí alguna que otra milonga -ya que a la guitarra la tenía pegada y la llevaba conmigo a todos lados-, y así se consumó un encuentro inolvidable con el hombre cuyos relatos permiten conocer la vida en la Patagonia que ya no existe, tierra de campos sin alambrados y ríos que al crecer paralizaban por semanas la marcha de las caravanas que hacían el camino entre el mar y las regiones andinas.
De izquierda a derecha: la esposa de Abeijón, Marcelo y el escritor. Fotografía tomada por Pablo Cuello

Al regresar a Rosario comencé a componer una obra para flauta y guitarra inspirada en sus relatos, naturalmente dedicada a él, a la que puse como título "Homenaje a un carrero patagónico". Pero Don Asencio nunca lo supo: se fue de este mundo antes de que yo pudiera terminarla.
He tocado esta obra a dúo con mi compañera de música, María Amalia Maritano, en muchos conciertos. Pero aunque lo hemos intentado, nunca pudimos hacerlo en la ciudad de Abeijón, Comodoro Rivadavia, a la que no he regresado desde aquel viaje de 1986. Hemos grabado el Homenaje, en nuestro CD "Meridiano", y la partitura ha sido editada en Alemania. Y no perdemos la esperanza de cumplir uno de nuestros deseos: tocar el Homenaje a un carrero patagónico en la tierra que Abeijón eligió para vivir y morir.
Como cierre de esta entrada está la música, para quien la quiera escuchar. La obra está escrita en tres partes ó movimientos:



Homenaje a un carrero patagónico
I. Cañadón Minerales
II. La mata de molle
III. Pampa del Castillo

1 comentario:

  1. Que lujo haber conocido a Don Ascencio. Después de mucho tiempo conseguí el libro (usado por supuesto) y lo estoy leyendo de a poco para paladearlo y que dure más.

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