julio 28, 2010

Guitarra andina

Raúl García Zárate es quizá el más grande exponente de la guitarra del Ande peruano. Nació en 1932 en la ciudad de Ayacucho, y actualmente vive en Lima, desde donde proyecta su arte al resto del país, y a muchos otros países del mundo. Toca con sonido cristalino, contundente sentido del ritmo, autenticidad en la adaptación a la guitarra de la tradición musical andina, y por sobre todo, mucho corazón para transmitir el espíritu de su tierra natal.
Es un hombre muy amable, de maneras tranquilas y rostro inundado por una gran serenidad. Abogado de profesión, se retiró del ejercicio del derecho hace ya muchos años, para dedicar su vida a la guitarra.
El pasado sábado 24 de julio he tenido la alegría de que me recibiera en su casa. Charlamos en su estudio, ordenado ambiente lleno de libros, guitarras y fotos. Entre éstas me llamó especialmente la atención una en la que se ve a un joven García Zárate sentado a una mesa con un ya bastante mayor Atahualpa Yupanqui. Me contó que fue tomada en París en 1978, durante un almuerzo que compartió con el gran folklorista argentino.
Además de su trabajo como artista, Raúl García Zárate dedica parte de su tiempo a la docencia, lo cual está resultando en una nueva generación de guitarristas peruanos comprometidos con su identidad, que a su vez están llevando ese mensaje cultural hacia el futuro. He podido conocer y escuchar a algunos de ellos en mi reciente estadía en Lima, y tan solo a modo de ejemplo mencionaré a Ricardo Villanueva y Mario Orozco.
Don Raúl me regaló uno de los álbumes que recogen sus transcripciones para guitarra de la música de los andes, y un CD con una selección de sus grabaciones. Yo a la vez le dejé algunas de mis ediciones. Me habló de los temples (afinaciones) que usa para tocar la música de su región, un verdadero mundo aparte. Muchos de ellos eran desconocidos para mí, lo que prueba la falta de conexión entre nosotros, los artistas latinoamericanos. Sabemos cómo afinar para tocar una danza renacentista, y conocemos sus gestos, y la ornamentación de una melodía barroca. Pero no tenemos idea de los temples andinos, ni del uso de la mano derecha en la guitarra peruana, una técnica de barrido de dos o más cuerdas con un solo dedo que da a esta música un sabor único y muy especial. La colonización cultural aún deja ver sus consecuencias.
Espero que la guitarra me de la oportunidad de volver a reunirme con el Maestro García Zárate. Mientras tanto, guardo como un tesoro el recuerdo de este primer encuentro.
Marcelo Coronel y Raúl García Zárate. Lima, 24 de julio de 2010
Sitio de Raúl García Zárate: http://www.raulgarciazarate.nom.pe

julio 26, 2010

Elegía por la muerte de los originales

Sabemos que la piratería ha producido un terremoto en la industria discográfica. La tecnología para copiar ediciones musicales comenzó con los grabadores de casette, y hoy se cuenta en la PC hogareña con todo lo necesario para hacer una réplica perfecta de cualquier CD o DVD. Es imposible poner dique a las copias privadas, pero sería de esperar que los estados cumplieran con su rol de policía e impidieran la comercialización de CDs y DVDs piratas, al menos de manera explícita y descarada, en plena calle.
Esto no sucede, al menos en Argentina: se suelen ver puestos callejeros que ofrecen CDs y DVDs copiados. Incluso algunos locales que supuestamente necesitan habilitación municipal para funcionar, exhiben en sus vidrieras sus catálogos de mercadería falsa, impunemente. Pero si uno quiere, aún hay comercios que venden música original.
En mi reciente viaje a Perú, intenté comprar música criolla, ediciones originales. Pero mis amigos peruanos me dijeron que en Lima ya es virtualmente imposible hallarlas, a la vez que proliferan locales que ofrecen material burdamente copiado, como el que se ve en la foto de abajo, muy cerca de la Plaza de Armas, en el corazón de la capital peruana. Esto sucede abiertamente, sin ningún tipo de ocultamiento ni disimulo. Evidentemente, autoridades y público lo han aceptado como algo "natural", y la consecuencia ha sido la desaparición de los comercios que ofrecían música original.
No me había enfrentado, hasta ahora, a la prueba contundente de que la batalla la está ganando la copia ilegal. La trinchera de la musica original está desvastada, al menos en Perú. Así las cosas, hay que aceptar el nuevo escenario y adaptarse a esta realidad. Nos toca vivir entre la desaparición del viejo sistema y las nuevas formas de producción y distribución de música grabada. El tiempo nos mostrará hacia donde se mueve el universo de los músicos y su inevitable necesidad de registrar y comercializar su produccion.

GuitarFestPeru 2010

Entre los días 19 y 25 de julio pasados estuve en Lima participando en la edición inaugural del encuentro GuitarFestPeru. Este nuevo espacio para la guitarra es una iniciativa de Antonio Rosas, guitarrista limeño que cultiva el género flamenco, como solista y en compañía de cajoneros, bailaoras y bailaores.
Antonio ha desafiado a las innumerables dificultades que enfrentamos los artistas latinoamericanos para generar espacios para el arte, en especial cuando cultivamos géneros y formas artísticas que no se llevan bien con el adjetivo "comercial". Y ha logrado arrimar buen público a la Sala Julio Ramón Ribeyro del Centro Cultural Ricardo Palma (distrito de Miraflores, Lima) a lo largo de cuatro noches. Allí se dieron cita diferentes guitarras: la peruana, en sus manifestaciones costeñas y andinas, la clásica, la cubana, la flamenca, la argentina. Celebro la creación de este nuevo festival, y voto por muchos GuitarFestPeru.
¡Felicitaciones Antonio! Y gracias por invitarme a ser parte del acto fundacional. Un abrazo desde el sur.
Antonio Rosas (izq.) y Marcelo Coronel.
Miraflores, Lima, julio de 2010
(fotografía tomada por el querido colega cubano Jorge Garcell)

julio 06, 2010

La lucha por el agua

Pisar una región y tomar contacto con su gente suele ser la forma de entender de manera cabal el pulso del lugar y sus problemas. Estuve en La Rioja el pasado fin de semana junto a María Amalia Maritano, mi compañera en el dúo Meridiano. Además de atender los compromisos artísticos, pudimos constatar la gravedad de una amenaza cuyas noticias nos llegan desde hace un tiempo por email, radio y televisión.
En La Rioja se está luchando para evitar que se concrete el emprendimiento de explotar a cielo abierto el mineral que aún queda en el Famatina. La minería a cielo abierto requiere mucha agua, que en la provincia es muy escasa y necesaria para el consumo humano, la agricultura y la ganadería. Si el emprendimiento se llegara a concretar no habrá agua suficiente y, lo peor, se contaminarán las napas por el uso de sustancias tóxicas en el proceso de separación del mineral. Los gobernantes, que durante la campaña electoral se oponían a este emprendimiento, lo aprueban. El pueblo lo rechaza. Pero en una provincia escasamente poblada, con desempleo paliado con empleos públicos para 30.000 personas, muchos callan. El salario pagado por el estado no puede ponerse en peligro. Aunque con ese silencio se comprometa el futuro de los hijos y los nietos.
Si finalmente esto se hiciese realidad, podríamos llegar a ver con frecuencia imágenes como la que muestra la foto. Un vaso de agua pura podría llegar a costar una fortuna.

Patio chayero

Pancho Cabral nació y vive en La Rioja, Argentina. Es cantor, músico, escritor y poeta. Su casa tiene dos patios; uno de ellos, el más grande, tiene nombre: "Patio Isabel Aretz". En este patio se celebra una vez al año, en febrero, la Chaya, el carnaval riojano, con sus rituales de harina volando por el aire y coplas cantadas con cajas que durante el año esperan, colgadas en las paredes, que se pongan sus chirleras a vibrar. Su esposa Beatrice, aún con la nostalgia de su Francia natal, se ha integrado a las costumbres y tradiciones del lugar, y lo acompaña en su "ser riojano", que implica amar y sufrir esa tierra hermosa. El pasado fin de semana viajamos con María Amalia Maritano para tocar en La Rioja y Chilecito, y en esa ocasión les tomamos la foto que se ve abajo, en su patio chayero.

Ese día de Chaya el patio se inunda de guitarras, de vidalas y de vino. Y se mantiene vigente una tradición que, aunque se llame carnaval (nombre adaptado de celebraciones europeas), hunde su origen en antiguos rituales agrarios de los pueblos nativos que habitaron esa región. Por esto es muy pertinente que a ese patio se le haya dado el nombre de una mujer que estudió y difundió la música popular de Latinoamérica.

Patio chayero de Pancho Cabral, es decir: botella vacía, palo borracho, aguaribay, horno de barro, mortero, copla borrosa que resiste al tiempo, gente de boca morada.



Vuelvo de alcohol y guitarra buscando un duende en la zamba.

Serenatero de bombos, golpeando la luna por el alba

(Pancho Cabral, fragmento de la zamba "Serenatero de bombos")