Cuando era niño mi vínculo con la guitarra era distinto al actual. Sólo podía usarla como instrumento de acompañamiento, arreglándomelas con rasgueos y unos pocos acordes (los arpegios eran un lujo difícil). Esto siguió siendo así en la adolescencia, hasta que decidí estudiar seriamente, momento en el cual empezó otra historia. Siempre me gustó cantar, y alguna vez pensé que mi vida de músico iba a ser la de un cantante. Pero cuando tomé algunas clases y evalué con objetividad mis posibilidades, decidí que no podía hacerlo profesionalmente. Canto a diario, enseñando guitarra o en reuniones, pero no en el escenario.
Así fue que mi berretín de componer música pasó a encauzarse por la música instrumental, y no por la canción.
Pero desde hace un tiempo me viene picando el bicho de escribir letras, cosa que dejé de hacer en aquél momento de renunciamiento. Recientemente, tras descartar unos cuantos muy malos intentos, y de transitar un tiempo por un taller literario, están empezando a salir cosas que no me disgustan tanto. Dos de ellas me parecieron merecedoras de una oportunidad y les puse música. Así nacieron mis primeras canciones, entre 2011 y 2012: una milonga y una vidala.
Para estrenarlas invité a Juan Iñaki, una de las nuevas y buenas voces de la música argentina. El pasado 14 de abril compartimos con Juan un concierto aquí, en Rosario, y las ofrecimos al público por primera vez.
Muchos años después, volví a escribir letras. Lejos de ser un problema el que yo no quiera cantarlas, es un hecho que me acerca a los compañeros, a los colegas cantantes, y me lleva a compartir la música. Lo celebro y está la llama encendida, para intentar ir por más.
Cauce
(letra y música: Marcelo Coronel)
Voz: Juan Iñaki
Guitarra: Marcelo Coronel
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